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ACNUR: Graves recortes de fondos amenazan la solidaridad de Costa Rica hacia los refugiados 73u1e

Notas de prensa

ACNUR: Graves recortes de fondos amenazan la solidaridad de Costa Rica hacia los refugiados 513x1l

9 Mayo 2025 Disponible también en:
Dos hombres y una mujer entregan colchones a una señora mayor en una casita de madera.

Personal de ACNUR entrega artículos de primera necesidad, entre ellos colchones y utensilios de cocina, en la casa de la señora Victoria, una solicitante de asilo nicaragüense, en el norte de Costa Rica, en 2021.

GINEBRA – Aunque las necesidades humanitarias en Costa Rica están llegando a niveles preocupantes (a causa de los constantes desplazamientos en Nicaragua), ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, enfrenta graves limitaciones para brindar asistencia debido a que se ha recortado el 41% de los fondos en el país.

Las incesantes tensiones políticas y sociales en Nicaragua han forzado a la población a cruzar la frontera con Costa Rica: miles han buscado protección en ese país, que tiene una larga tradición de asilo, ofreciendo condiciones dignas y seguras a quienes huyen de las persecuciones.

Para marzo de 2025, Costa Rica había dado acogida a más de 194.000 personas de Nicaragua que solicitaban asilo y a 9.216 refugiados registrados que provienen de ese mismo país. Estas cifras representan más de la mitad de toda las personas nicaragüenses desplazadas en todo el mundo. Las personas refugiadas y solicitantes de asilo de Nicaragua componen casi un 4% de la población costarricense, de 5,1 millones de habitantes. Del total de personas refugiadas y solicitantes de asilo en Costa Rica, los nicaragüenses son el 83%.

En los últimos años, la ayuda humanitaria, que incluye el apoyo financiero que ha facilitado la integración, ha permitido que miles de nicaragüenses en Costa Rica tengan a asesoramiento legal, puedan navegar los trámites de asilo y busquen otras vías regulares. Asimismo, ha facilitado la prestación de servicios esenciales, como la protección de la infancia, el cuidado de la salud mental, la educación, la capacitación y el al empleo, poniendo especial atención a las mujeres, niñas y niños, y personas que viven en áreas alejadas o de alto riesgo. Por su parte, los nicaragüenses están haciendo importantes contribuciones a las comunidades que les han dado acogida en Costa Rica.

Por desgracia, este salvavidas está en riesgo. El mordaz recorte a la financiación ha provocado la drástica suspensión o cancelación de muchos servicios esenciales. En consecuencia, la ayuda no está llegando a quienes más la necesitan, sobre todo en las comunidades apartadas. Del mismo modo, no se sabe qué pasará con estos programas que cambian vidas.

Desde una perspectiva regional, Costa Rica está haciendo una gran aportación en materia de desplazamiento forzado, pues no mengua su compromiso para brindar a los refugiados la oportunidad de reconstruir sus vidas en condiciones seguras. El país reafirmó este compromiso al liderar el Pacto Mundial sobre los Refugiados, el Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS) y el Proceso de Quito, trabajando para ofrecer soluciones a largo plazo en favor de las personas que han encontrado protección en su territorio.

Con apoyo de ACNUR, Costa Rica ha reforzado su sistema de asilo y ha fomentado la inclusión. Por su parte, a pesar de los recortes a la financiación, la Agencia de la ONU para los Refugiados seguirá respaldando los esfuerzos de Costa Rica. Sin embargo, debido a la escasez de fondos, peligra la capacidad de ayudar a las personas a establecerse, integrarse y prosperar.

El sistema de asilo en sí mismo está bajo presión. Considerando que hay más de 222.000 solicitudes de asilo pendientes de resolución (incluidas aquellas presentadas por personas provenientes de otros países), este cuello de botella supone una amenaza para todo el sistema de protección. Se suma que, la capacidad operativa de registro de la oficina de ACNUR en Costa Rica disminuyó un 77%, lo cual ha ralentizado procesos claves como la identificación de casos vulnerables y derivación a servicios de empleo, educación o atención médica, entre otros.

ACNUR cuenta con las redes, la experiencia, los conocimientos y la presencia en el terreno que permiten seguir salvando vidas y seguir asistiendo a las personas desplazadas por la fuerza. Sin embargo, necesita apoyo urgentemente. Es un momento propicio para que los donantes asuman el liderazgo.

Tanto los gobiernos como los donantes individuales y el sector privado tienen un papel por desempeñar para garantizar que las personas reciban protección en los sitios y momentos en que más se necesita. ACNUR solicita que la comunidad internacional ofrezca más apoyo para seguir salvando vidas en Costa Rica. La organización requiere USD 40,4 millones para continuar realizando su labor en ese país a lo largo de 2025. 

Para obtener más información, favor de ar a: 2ti1r